Veracruz en San Lázaro, Esplendor del Golfo de México, será el escaparate de los ritmos y sonidos ancestrales que dan identidad y que expresan la profundidad de las raíces a través de rituales, danzas y baile.
Del 19 al 21 de abril, el Palacio de San Lázaro será anfitrión de diversas manifestaciones artísticas con denominación de origen veracruzana, que llenarán el espacio con canto, música y baile, en una compaginación de alegría, movimiento y misticismo.
Del norte de Veracruz se presentará en el patio central de San Lázaro el ritual prehispánico totonaco “Abuelas de Xalakgtsu”, danza para conmemorar la vida nueva o el paso al plano espiritual. Un grupo de mujeres mayores hacen la representación ancestral entre olor a incienso danzando al ritmo de 24 sones.
También se presentarán “Las Guaguas”, una vistosa alegoría de danzantes ataviados con el traje totonaca en una representación dedica al Sol reconocido por esta cultura como el más importante de los dioses, generador de la vida terrestre. Lo más llamativo de esta danza son los penachos de los danzantes, confección ricamente elaborado con papel oropel entrelazado con delgadas varillas de otate, formando un círculo de figuras geométricas concéntricas.
Veracruz en San Lázaro, tiene en su programa de cierre la presentación de Los danzantes de Naolinco, una alegoría de la era cristiana seguramente traída en la colonización que representa una lucha entre moros y cristianos que pelean en defensa de sus dogmas y sus líderes imprimiendo una gran intensidad a esta representación que va acompañada de música y ritual.
El ritual Xochikoskatl, en náhuatl “collar de flores”, es una danza que se presenta cuando llegan personalidades de otros lugares y les regalan collares de flores y arreglos de madera como símbolo de bienvenida y muestra de gratitud.
